Mírame #diferéncia_T

Está en boca de todos la idea más que sutil de que el sistema actual está obsoleto, gastado , caducado y urge cambiarlo. ¿Pero qué es el sistema? o mejor dicho ¿quien forma ese dichoso sistema del que nos queremos desprender? Pues el sistema somos nosotros mismos, es a nosotros a los que queremos cambiar, a los que queremos resetear y transformar en energía limpia y renovada.
Todo movimiento de masas empieza en un ligero movimiento unitario al que se van adhiriendo poco a poco los más adeptos seguidores de nuevas ideas. Actualmente no hace falta tomar La Bastilla un 14 de julio para liderar una revolución ciudadana, solo con mover un ratón por las redes sociales, enviar un "pásalo" o iniciar un hashtag #yomemuevoytúquéhaces? que se convierta en trending tropic  es más que suficiente para mover decenas de miles de personas por las calles .

La situación actual está revolucionada per se en términos generales,pero no por ello debemos olvidarnos de los aspectos más importantes que tiene la vida y la convivencia. Me refiero al cuidado de las personas, de nosotros mismos,del sistema en definitiva, me refiero a intentar de verdad hacer las cosas de otra forma.
Todos y cada uno de nosotros podemos aportar "granos de arena" para elaborar la "playa del bien común".Hay gestos en la vida que nos pasan desapercibidos, no nos damos cuenta de lo que hacemos, pero alguien, la persona que tenemos frente a nosotros nos ve,para ella  sí ha tenido importancia nuestro gesto, agradable o desagradable, y éste puede generar a su vez más gestos de la misma índole en cadena.
Pues bien , hagamos del efecto mariposa una virtud y utilicémoslo para generar buenos gestos en cadena.
Por ejemplo, todos los que nos dedicamos a la sanidad deberíamos empezar mejorando día a día la asistencia sanitaria.Deberíamos ser partícipes de ese cambio tan importante.Ahora más que nunca, ahora que tanta gente necesita un gesto agradable, no solo hay enfermedad, hay desesperación, sufrimiento,ansiedad,temor,fragilidad y un largo sin fin de historias de batallas perdidas detrás de esos ojos que nos miran.
Un gesto, una mirada, una mano en el hombro, son pequeñas muestras de apoyo que desembocan en la humanización del sistema inerte en el que estamos ahogándonos nadando a la deriva.
Mírame y dime que no sientes nada.Mírame y dime que todo te da igual.Mírame y asegúrame que ya nada importa.
El frío de la mañana corta nuestra cara cuando nos acercamos a trabajar, de la misma forma que mi fría mirada aja el sentimiento amable de los que buscan consuelo en mi calor humano, un calor que se ha ido apagando con el paso de los años y de las experiencias vividas.
¡Basta! ¡basta ya de insensibilidad!,¡basta de incomprensión!.Mírame y dime que sigues sintiendo.Mírame y dime que todo te importa.Mírame y diferénciate.

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